Descubriendo el Antiguo Egipto: Explorando a los gigantes Nefilim, constructores de las pirámides 

Se pueden encontrar rastros de gigantes en diversas partes de la Tierra: hachas y vasijas colosales en Creta, monumentos en Líbano, Perú, Bolivia, Bosnia, Francia e Inglaterra. También hay referencias a gigantes en textos sagrados como la Biblia y el Corán, aunque Internet está plagado de imágenes falsas de esqueletos gigantes. Sin embargo, hay dos ejemplares auténticos albergados en museos de Suiza y Perú.

 

Al adentrarse en la antigua civilización egipcia, no se pueden pasar por alto las estructuras monumentales que dan testimonio de su grandeza. Los bloques de piedra y las esculturas colosales dan una pista de la inmensa escala de sus logros, desafiando las nociones convencionales sobre las capacidades humanas.

Pero ¿qué información nos ofrece esto sobre la naturaleza de los creadores de la civilización? Algunos especulan que la existencia de artefactos tan colosales sugiere la participación de seres más grandes que el ser humano promedio. ¿Podrían haber sido estos seres los arquitectos de las maravillas del antiguo Egipto?

Esta teoría se sustenta en diversas inscripciones y representaciones encontradas en tumbas y templos de todo Egipto. Estas representaciones suelen mostrar a individuos de un tamaño extraordinario supervisando tareas realizadas por seres más pequeños. Algunos sostienen que estas representaciones simbolizan el dominio y la superioridad de una raza gigante dentro de la sociedad del antiguo Egipto.

Por ejemplo, en la tumba de Akhen-Hateb, se representa a una figura gigante supervisando el trabajo de individuos más pequeños, lo que sugiere una estructura jerárquica en la que los gigantes ocupaban puestos de autoridad. Se pueden encontrar representaciones similares en otras tumbas y monumentos, lo que refuerza aún más la idea de una clase dirigente gigante.

Además, los hallazgos arqueológicos, como collares y brazaletes de tamaño gigante, proporcionan evidencia tangible de la existencia de seres más grandes que el ser humano promedio. Estos artefactos, junto con representaciones de gigantes que reciben ofrendas y tributos de individuos más pequeños, apuntan a una estructura social compleja dentro de la sociedad del antiguo Egipto.

Además, el descubrimiento de ataques de gran tamaño, como los que pertenecieron a la reina Ahmos, Nefertari y Yuya, refuerza la teoría de que una raza de gigantes habitó el antiguo Egipto. El gran tamaño de estos ataúdes sugiere que estaban destinados a individuos de estatura extraordinaria, lo que desafía las interpretaciones convencionales de la historia del antiguo Egipto.

A la luz de estos hallazgos, algunos investigadores proponen la existencia de dos fases distintas de civilización en el antiguo Egipto: una liderada por gigantes que fueron los verdaderos constructores de estructuras monumentales, y otra poblada por sus sucesores más pequeños que heredaron su legado.

Aunque esta teoría sigue siendo especulativa y controvertida, ofrece una perspectiva fascinante sobre la enigmática civilización del antiguo Egipto y plantea interrogantes intrigantes sobre los verdaderos orígenes de sus logros monumentales. A medida que continúan las investigaciones y las excavaciones, tal vez descubramos más pistas que arrojen luz sobre los misterios del antiguo Egipto y sus colosales creadores.