Los principales líderes políticos dan su interpretación del acuerdo y destaca el silencio de Puigdemont

Los resultados del 12M se han concentrado en una semana, concretamente, en esta.

Ya hay acuerdo entre ERC y PSC, y este viernes las bases republicanas dirán la suya. Si es que sí, Illa será presidente y se confirmará una dinámica bastante profunda: entramos en el postprocés.

Este cambio de paradigma ya ha provocado las primeras reacciones del resto de protagonistas políticos. Entre ellas, destacan las de los tres antiprocesistas más importantes del Parlament. Se trata de Sílvia Orriols, Alejandro Fernández e Ignacio Garriga.Dos personas con gafas y ropa formal, una mujer con cabello rizado y un hombre con cabello lacio, posan frente a un fondo borroso.

 

Y aunque sea por omisión, también destaca el silencio del expresidente Puigdemont. Decidido a hacer todo lo posible para evitar la presidencia de Illa, Puigdemont podría volver para ser detenido y hacer estallar el procesismo desde dentro.

“Y decían ser independentistas, tú…”

Por la parte unionista, Ignacio Garriga y Alejandro Fernández se han mostrado muy críticos con este acuerdo. En esencia, lo interpretan como un modelo fallido para los retos de Cataluña.

El líder de Vox en Cataluña y secretario general del partido, Ignacio Garriga, mantiene su discurso habitual. Insiste en que la agenda del PSC es una agenda separatista que ha servido de muleta al procés.

“Sin el PSC”, dice Garriga, “el separatismo nunca hubiera tenido el poder que ha tenido”. Así mismo, ha insistido en presentar a Vox como la “alternativa” real:

Por su parte, el líder del PPC, Alejandro Fernández, ha presentado un discurso más pragmático. Fernández denuncia que los actuales fracasos lingüísticos y en materia de financiación obedecen precisamente a acuerdos del pasado entre el PSC y ERC.

“El resultado para Cataluña es bien conocido: menos dinero que nunca, menos uso social del catalán que nunca, pero eso sí, más multas por rotular en español que nunca”, explica Fernández

Finalmente, Sílvia Orriols ha tomado un discurso nacionalista y ha planteado la crítica que, desde el sector indepe, se le hace ahora a ERC: que en realidad nunca fueron indepes. Denunciando el cordón sanitario que sufre su partido, Orriols ironiza sobre el presunto independentismo de ERC:

Estas reacciones sirven para tomar la temperatura a una nueva legislatura que solo depende del visto bueno de las bases. Aunque sean un adelanto a través de redes sociales, estos mensajes nos indican por dónde irá la retórica de cada partido en la investidura.