La cantante, distanciada de su todavía marido desde hace meses, ya ha vendido su mansión común en Beverly Hills y trata de encontrar otra por la misma zona. El actor también se ha comprado una nueva propiedad junto al mar

Ben Affleck y Jennifer Lopez, en los 81 ºGlobos de Oro, el 7 de enero de 2024 en el hotel Beverly Hilton de Beverly Hills, California.Christopher Polk/Golden Globes 2 (Golden Globes 2024 via Getty Ima)

La separación oficiosa entre Jennifer Lopez y Ben Affleck es cada vez más obvia. Hace meses que la pareja no aparece en público junta, ni en tareas cotidianas (era habitual verles comprando café y donuts o paseando con sus hijos) ni tampoco en eventos importantes (como la gala del Met, que ella amadrinó y por cuya escalinata paseó sola y con gesto serio). Pero el verdadero punto clave ha sido la venta de la casa que compraron hace apenas un año en la lujosa zona de Beverly Hills, junto a Los Ángeles (California). Como la villa ya está en el mercado y en octubre de 2023 Lopez había vendido la suya —con un terreno de 32.400 metros cuadrados, playa y anfiteatro—, la artista ya anda buscando una nueva y tan lujosa como la anterior. Affleck, además, ya se ha hecho con una propiedad cerca del mar. Y ella está, al parecer, furiosa con todo el proceso.

La actriz fue cazada el pasado fin de semana visitando mansiones en esa exclusiva zona —en realidad, una ciudad por sí misma, aunque rodeada por Los Ángeles— junto a su hija Emme. Si la casa que ha sacado a la venta está en el mercado por 68 millones de dólares, ahora está viendo otras de igual valor, con cinco habitaciones y siete baños, tal y como ha podido fotografiar la web TMZ. Lopez regresó hace unos días de Nueva York, donde ha celebrado su 55º cumpleaños, de nuevo, sin Affleck, y donde también ha cerrado otra operación inmobiliaria: la venta de un apartamento en la ciudad por 23 millones de dólares. Esos mismos días, Affleck también cerró su propio trato, comprándose una casa junto al océano, más lejos de Beverly Hills y del centro de la ciudad, en la zona de Pacific Palisades, por 20 millones de dólares. Y esa ha sido una de las causas del gran enfado de Lopez.

Al parecer, según la prensa estadounidense, a la actriz no le ha gustado en absoluto que su todavía marido, con quien se casó hace ahora dos años, no haya acudido a los festejos de su aniversario y, precisamente ese fin de semana, haya decidido comprarse una casa nueva. Pero además está muy enfadada en general por la ruptura y por cómo está siendo toda la gestión de la misma, según han contado fuentes cercanas a ella al medio Page Six. La cantante de Let’s Get Loud y On The Floor se siente “furiosa”. “Él la ha humillado. Fue él quien lo empezó todo para que volvieran a estar juntos”, asegura, en referencia a la segunda oportunidad de la pareja, que empezó a salir junta en verano de 2021, después de un público romance entre 2002 y 2004 que acabó en compromiso, pero no en boda, cancelada por la presión mediática.

Ben Affleck y Jennifer Lopez en el estreno de ‘This Is Me… Now: A Love Story’ en el Teatro Dolby de Los Ángeles, el 13 de febrero de 2024.Axelle/Bauer-Griffin (FilmMagic)

“Él la ha humillado porque ella le dio una enorme importancia a que él es el amor de su vida”, insiste dicha fuente, que califica a la actriz como “una romántica”. “Han celebrado dos bodas hace apenas dos años. Es algo así como un récord, no son unos críos”. Además, destacan el hecho de que las familias de ambos están implicadas en la relación, formando a su vez una nueva familia. “Hay cinco niños implicados en esto. Ella sabía que iban a unir a sus familias”, afirma, en referencia a los gemelos Max y Emme, de 16 años y fruto de su matrimonio con Marc Anthony, y a Violet, Fin y Samuel, que Affleck tuvo con la actriz Jennifer Garner. ”Todavía no acepta del todo que se haya acabado”.

Aunque juegan al despiste, quitándose y poniéndose sus anillos de casados y afirmando que tienen compromisos profesionales que les distancian, la ruptura entre Bennifer, como se les ha llamado coloquialmente, es ya vox populi en Hollywood. Ni ellos ni sus representantes han confirmado o desmentido estas informaciones, pero esa es la pauta habitual. Según han apuntado varios medios, ambos están ultimando los detalles de la firma del divorcio y estarían tan distanciados que apenas se dirigen la palabra. Ella, según People, que también confirma que hacen vidas separadas, está pasando tiempo con sus hijos, su familia y sus amigos y tratando de mantenerse alejada del foco mediático.

Lopez quiso reflejar su relación en un triple y extraño proyecto formado por un disco (This Is Me… Now), un largo musical-videoclip (This Is Me… Now: A Love Story) y un documental sobre el mismo (The Greatest Love Story Never Told, La historia de amor más grande jamás contada) que lanzó el pasado mes de febrero y en el que nadie confió, por lo que acabó poniendo 20 millones de dólares de su bolsillo. Esa lista de nuevas canciones se complementaba con una gira que canceló apenas un mes antes de que comenzara. Según otras fuentes, esa máxima exposición de su relación tampoco le ha encantado a Affleck, y sus diferencias se han evidenciado con el paso del tiempo; de hecho, algunos medios estadounidenses hablaban de que ella es una marca en sí misma, con un séquito de estilistas, publicistas y entrenadores personales tras ella, y que él vive la fama de una manera muy distinta, lo que hacía que “no estuvieran en la misma página”, hasta llevarles a una ruptura sin vuelta atrás.