La aparente tensión entre Shakira y Karol G se salió de control luego de la presentación de ambas, por separado, en la Copa América. ¿Qué es lo que está pasando entre ellas?

La tensión entre Shakira y Karol G ha sido un tema de interés reciente, especialmente después de su actuación en la final de la Copa América 2024 en Miami. Durante el espectáculo de medio tiempo, Shakira no invitó a Karol G a subir al escenario, a pesar de que cantaron juntas la canción “TQG”.

Este gesto fue interpretado por muchos como una señal de distanciamiento entre las dos artistas, generando una ola de especulaciones y comentarios en las redes sociales. Además, la ausencia de Karol G en el escenario fue aún más notable dado que ambas habían colaborado en la canción, la cual se había convertido en un éxito rotundo y era esperada por los fans. “¿Richard Ríos mi hermanastro?” Las impactantes historias del jugador de la Selección Colombia en Wattpad

La situación se complicó aún más cuando se supo que Karol G había tenido un encuentro con Gerard Piqué y Clara Chía, lo que supuestamente habría molestado a Shakira. Este encuentro fue ampliamente cubierto por los medios de comunicación, alimentando los rumores de una posible rivalidad. Por otro lado, Karol G mencionó en una entrevista que trabajar con Shakira en el video de “TQG” fue un desafío debido al alto nivel de perfeccionismo de Shakira, lo que podría haber añadido tensión a su relación profesional.

Otro factor que ha sido mencionado es la competencia profesional entre ambas. Shakira, con una carrera consolidada a nivel internacional, y Karol G, una de las estrellas emergentes más importantes de la música urbana, podrían estar compitiendo por el mismo espacio en la industria musical. Esta competencia natural podría haber contribuido a la percepción de una rivalidad entre ellas.

Shakira, conocida por su versatilidad y su capacidad para fusionar diferentes géneros musicales, ha mantenido una presencia constante en la industria durante más de dos décadas. Su éxito global con canciones como “Hips Don’t Lie” y “Waka Waka” la ha convertido en una figura icónica y respetada en la música latina y pop. Además, su participación en eventos internacionales como la Copa del Mundo y su colaboración con artistas de renombre mundial han solidificado su estatus como una superestrella global.

Por otro lado, Karol G ha emergido como una fuerza dominante en la música urbana y reguetón, ganando rápidamente popularidad con éxitos como “Tusa” y “Bichota”. Su estilo fresco y su capacidad para conectar con una audiencia más joven la han posicionado como una de las artistas más influyentes de su generación. La rápida ascensión de Karol G en la industria ha sido impresionante, y su éxito ha sido reconocido con numerosos premios y colaboraciones con otros grandes nombres de la música.

La competencia entre Shakira y Karol G podría ser vista como una lucha por la relevancia y el dominio en un mercado musical que valora tanto la innovación como la tradición. Mientras Shakira representa la experiencia y la trayectoria, Karol G simboliza la nueva ola de artistas que están redefiniendo el panorama musical. Esta dinámica de competencia puede haber alimentado la percepción de una rivalidad, especialmente en un entorno donde las comparaciones son inevitables.

Además, la industria musical es conocida por su naturaleza competitiva, donde los artistas a menudo se ven presionados a mantenerse en la cima y a innovar constantemente. En este contexto, cualquier interacción o comentario puede ser interpretado como un signo de rivalidad, incluso si no hay una intención directa de competir. La percepción pública y mediática de esta competencia puede haber exacerbado las tensiones entre Shakira y Karol G, creando una narrativa de “guerra” que puede no reflejar completamente la realidad de su relación.

No es la mejor jefa

Por otro lado, las quejas de los trabajadores de Shakira han sido un tema recurrente en los medios de comunicación, especialmente en relación con su perfeccionismo y las altas expectativas que tiene para su equipo. Algunos excolaboradores han mencionado que trabajar con Shakira puede ser extremadamente exigente debido a su atención al detalle y su deseo de que todo salga perfecto. Esta actitud, aunque comprensible desde el punto de vista de la calidad artística, ha generado tensiones y estrés entre algunos miembros de su equipo.

Además, se ha reportado que Shakira puede ser muy estricta con los horarios y las rutinas de trabajo, lo que ha llevado a algunos a describir el ambiente laboral como intenso y agotador. Estas quejas no son únicas en la industria del entretenimiento, donde las demandas de tiempo y esfuerzo suelen ser altas, pero han contribuido a la imagen de Shakira como una jefa difícil de complacer.

Por otro lado, también se ha hablado de problemas relacionados con la gestión financiera y contractual. Algunos trabajadores han expresado su descontento con los términos de sus contratos y la forma en que se manejan los pagos. Estos problemas han sido objeto de disputas legales en algunos casos, lo que ha añadido una capa adicional de controversia a la relación laboral con la cantante.