“Aparecen petroglifos antiguos (de 1.000 a 2.000 años de antigüedad) cerca de Manaos, Brasil. La sequía revela el lecho de un río y puede indicar rastros extraterrestres”


Debido a la sequía que sufre actualmente el corazón de la selva amazónica, han aparecido en el lecho de un río unos enigmáticos grabados antiguos que datan de hace entre 1.000 y 2.000 años. Este descubrimiento supone la segunda vez que se observa este extraordinario fenómeno.


Ubicadas en la confluencia de los ríos Negro y Amazonas, en las afueras de Manaus, Brasil, estas raras tallas, que datan de hace entre 1000 y 2000 años, representan agua, animales y pequeños rostros humanos. Los arqueólogos están tan fascinados con esto porque el grupo de rostros humanos solo había sido descubierto una vez antes, durante una sequía regional en 2010.


Pequeños rostros con grandes historias
Junto a animales tallados y representaciones simbólicas del agua, las cabezas humanas ligeramente cuadradas presentan bocas, pero solo algunas tenían nariz. En un artículo en The Guardian de cuando se descubrieron los rostros por primera vez, Eduardo Neves, presidente de la Sociedad Brasileña de Arqueología, “los grabados indican un lugar de ocupación”.
Jaime Oliveira, del Instituto Brasileño de Patrimonio Histórico (Iphan), agregó en un comentario sobre el resurgimiento de estos petroglifos, que los antiguos amazónicos también soportaron períodos de sequía, “más severos que los que estamos experimentando ahora”. Se puede concluir que, para haber creado estos grabados, el río estaba seco, o incluso podría no haber existido. Y si este valioso hallazgo de animales y humanos tallados no fuera suficiente, según un informe de VOA, si la sequía continúa, los arqueólogos del sitio creen que se revelarán más grabados a lo largo del lecho del río.


¿Qué significan los grabados?
Este conjunto de grabados que representan agua, animales y rostros humanos fue descubierto por primera vez en 2010, cuando una sequía los dejó al descubierto durante un solo día. Realizados con hachas hechas de piedra tallada, Olivera describió el grupo de petroglifos como “un arte gráfico complejo”. Además, el arqueólogo dijo que estas pequeñas figuras humanas “transmiten emociones, tanto de felicidad como de tristeza”.


Los rostros suelen tener una apariencia cuadrada, como éste. (Valter Calheiros)

En la actualidad, el lugar del descubrimiento está protegido por el estado y, hasta ahora, a los arqueólogos no se les ha permitido el acceso a la zona. Los funcionarios del Servicio Geológico de Brasil han advertido de que es probable que el nivel del río Negro vuelva a subir en noviembre. Por lo tanto, la carrera ha comenzado para documentar los petroglifos antes de que regresen a las profundidades del río. Derivando emociones humanas de las artes rupestres antiguas Ubicado
en la Serranía La Lindosa, en la actual Colombia, este extenso mural presenta decenas de miles de pinturas y grabados. En un artículo de Ancient Origins de 2016 sobre este descubrimiento, presentamos las afirmaciones del equipo del descubrimiento de que parte del arte representa “megafauna de la Edad de Hielo que incluye perezosos gigantes, mastodontes, camélidos, caballos y ungulados de tres dedos con trompa”, por nombrar solo algunos.