A través de esta declaración, me dirijo a todos los medios de comunicación y al público para informarles que he presentado una denuncia ante la Oficina del Ministro de Justicia de la Ciudad de México, con el objetivo de que las autoridades competentes en cuestiones de género aborden el problema de la violencia en los medios de comunicación de la cual recientemente he sido víctima.

 

A lo largo de mi carrera profesional, he trabajado directamente con todos los medios de comunicación y estoy profundamente agradecida con aquellos que se interesan por mis proyectos profesionales, mi vida personal y otros eventos relacionados, de manera respetuosa. Siempre busco corresponder y agradecerles, y continuaré haciéndolo. Reconozco el trabajo y el apoyo de los medios, y sé que son una parte fundamental de mi carrera.

Sin embargo, como muchos de ustedes saben, mi vida personal ha sido objeto de muchas opiniones, en algunos programas de radio, que incitan a la violencia de género y ofenden mi dignidad. Esta decisión está principalmente dirigida a mis hijas, quienes son menores de edad y están afectadas por esta situación.

Además, he decidido alzar la voz en apoyo a las mujeres que frecuentemente son agredidas por opiniones discriminatorias, burlonas y de trato desigual disfrazadas de ejercicio de libertad de expresión. Esto tiene el objetivo de invitarlas a no normalizar estos comportamientos repetitivos y raramente denunciados en nuestro México.

Nunca he tenido la intención y no tengo intención de restringir sus opiniones sobre mi vida. Pero como sociedad, debemos entender que quienes trabajamos en el ámbito público tenemos derecho a la privacidad y que una familia no debería considerarse parte del ámbito público de nuestra figura, al menos no de manera violenta y discriminatoria.

 

Finalmente, les informo que la Fiscalía ha emitido medidas de protección a mi favor, que incluyen la prohibición a los sujetos en investigación de contactar, realizar cualquier acción desagradable y/o amenazante, así como cualquier opinión que atente contra mi dignidad y honor. Estas medidas también se extienden a mis hijas menores, cuyos nombres y apellidos se mantienen en reserva.